Hoy comprobé que no me equivoqué cuando pensé que eras una porquería, que no respetabas tus palabras, que eras un pollerudo dominado por una falsa rubia ninfómana  que  te llevaba de tu collar de imbécil y estafador mentiroso que con total naturalidad me dijiste que me matarías si seguía hablando mal de ella y apenas dos meses después te separaste. Nunca fuí más feliz que ese 2 de abril 2008 cuando como recibimiento frente a tu madre y hermana y antes de tu amenaza de matarme me dijiste “Me hiciste mierda “,  porque eso era lo que te merecías  y con tanto placer y gasto llevé a cargo la campaña para demostrar quien eras y que sin duda tuvo su efecto y aprobación entre personas honestas.

Antes me habías dicho ( está grabado) que querías que fuera a vivir contigo y olvidarme de los atropellos de tu hermana ( la denuncia ante un juez de alienado) y de tu madre, que eran fabuladoras y manipuladoras y ese mismo día tartamudeaste cuando dijo que la cinta en la que hablaba mal de su relación con tu ninfómana era alterada y dijiste que sí.

Pero eso y todas tus mentiras, manipulaciones, faltas de palabra de honor y de compromisos, tu sumisión total y sin cuestionamientos a tu rubia teñida y su padre, a quien cuestionaste en tu casamiento como pelotudo que no mueve un dedo, y luego revindicaste como el mejor hombre aquel 2 de abril, sin reconocer que te llenaron la cabeza con que  mi madre dijo, que Felix dijo, que la casa de Villa Allende era para Marquitos pero yo resulté ser el heredero legar y vos me robaste.

Pero todo eso es casi anecdótico. Hoy comprobé que no tienes no sólo decencia, sino que careces de todo sentimiento. No haber asistido al velatorio de tu madre,  a su crematorio y posterior homenaje en Unquillo donde durante años vivió, sufrió y gozó conmigo y tus hermanos de su fuerza de vida y personalidad, el no haber estado  presente cuando tu propio padre se abrazó con su nueva pareja, llorando ambos, en un acto de total homenaje a una buena mujer, tu MADRE.

Quizás te rías, pero creo y siento que es el peor error de tu vida. Tu madre te fue incondicional durante toda tu vida, te apoyó y defendió aún contra mis deseos, pero evitar el último momento es despreciable y te pinta de cuerpo entero.

Ojalá esto sirva para que pienses como volver a la senda buena y dejar de estafar a la gente, tu familia, y tu descendencia que sin duda te pasarán factura algún día.

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