En la Navidad 1997 y hasta el 7 de enero 1998,  recibí la visita  de mi  padre  que había vendido la casa que fuera de mis abuelos al ser declarado como único y universal heredero, más de un año antes y el 3 de enero 1998 en el bar de la esquina de San Martín y Belgrano, le pedí  prestados  U$S20.000, comprometiendome a :

1º.- Pagarle el mismo interés que le daba el banco por esa  época (6.5% anual en dólares en plazo fijo a 90 días.-)

2º.- Devolvérselos vendiendo los autos o lo que fuera si él los necesitaba para la escrituración de su casa u otra contingencia o devolverla   en  cuotas  pocos meses  después, posición que ratifiqué en una carta que le envié unos días después.

     

El  30 de enero 1998 recibí la transferencia de U$S 20.000.- en efectivo  aunque había prometido sólo 19.900.-

 En abril 1999  me trasladé a mi nueva casa.  En ese año vendí en $10.000.- la  de Bo. Santa Lucía  pero  lejos de devolver  parte  del  préstamo de mi padre,como me había comprometido, lo usé para refaccionar el quincho de la nueva casa  y   comprar un jeep, viajar a Cancún y a los lagos del Sur.  A fines del año  2001  viajé a España y  Francia con dólares que me prestó mi suegro y al que le devolví pesos devaluados meses después.

En una conversación grabada con mi padre el 23 enero 2000, cuando aún fingía que me preocupaba por él y los desatinos de mi hermana y cuñado, donde reconozco mi deuda, la rescaté de un casette que me envió en el 2004, como prueba que le robé sus ahorros.

 

Durante 1998/2001 cumplí con la primera claúsula, aunque a veces con considerable retraso, abonándole 322 pesos  que equivalían a 322 dólares,   hasta la cuota de febrero 2002 cuando ya se había devaluado y continué con la misma suma que llegaron a equivaler  menos de  100 dólares,  durante 15 meses más sin ningún gesto o palabra de mi parte hacia una actualización hasta que en julio 2003 mi padre me propuso aumentar la cuota a 500$, situación que me molestó y me hice el ofendido y comencé a pensar cómo no pagar más, y olvidándome que durante dos semanas en Julio y Setiembre de 2002, al asistir a sendos congresos en Córdoba, mi padre me albergó y estuvo a disposición mía hasta en los

más pequeños detalles, el muy crédulo. que hasta se preocupaba  por que mis colegas  me aceptaran y  que en un acto de verdadera humildad me pidió 2 pesos prestados cuando ya  estábamos  en el aeropuerto, para pagar el estacionamiento porque no le alcanzaba el dinero y yo que le debía 20.000 dólares, le dí 50 $ en un acto de desprendimiento que él luego varias veces insistió en que los descontara  de los giros trimestrales.

 

En el año 2001 se me ocurrió obtener la ciudadanía belga y lo entusismé a mi padre para que consiguiera los documentos necesarios tanto en Bélgica  como en la Argentina, actividad que no sólo le demandó tiempo sino numerosos gastos  de los que yo olímpicamente me desentendí, y una vez reunidos los presenté en la Embajada de Bélgica, pero allí me dijeron que ya había perdido la oportunidad por mi edad y que la única manera era que mi padre optara por la ciudadanía y luego yo la solicitara a mi vez por lo que lo convencí que lo hiciera, y nuevamente lo embarqué en más gastos y  molestias para los familiares  lejanos.

 

En enero 2003 pasé 15 días de vacaciones en Carlos Paz y lo visité sólo en dos ocasiones y en la última él obtuvo esta serie de fotos donde muestro mi total "respeto" por las reglamentacines, leyes y ordenanzas, al mostrar la boa Lampalagua, especie protegida y cuya comercialización está prohibida, pero yo soy "policia"... y la honradez no es mi fuerte...